lunes, 6 de julio de 2009

Historia de las cautivas correntinas

Esta es la historia real de las cautivas correntinas:
Jacoba Plaza de Cabral
Toribia de los Santos de Sosa
Carmen Ferré de Alsina
Encarnación Atienza de Osuna
Victoria Bart de Ceballos

Estas cinco mujeres de la alta sociedad correntina que en el año 1865, durante la Guerra de la Triple Alianza, fueron secuestradas por orden del mariscal Francisco Solano López, junto con dos de sus hijos.
Primero fueron conducidas a los oscuros, fríos y malolientes calabozos del Cabildo correntino y luego al Paraguay, donde vivieron durante cuatro años una terrible odisea, soportando las más duras condiciones.
Sólo cuatro de ellas volvieron.
A partir de entonces, el imaginario popular no dudó en dar por sentado que habían sido violadas y víctimas de maltratos.
La mayoría de los maridos de las prisioneras eran oficiales a cargo de la defensa de Corrientes, todos partidarios del gobernador depuesto Manuel Ignacio Lagraña.

Tras la derrota del ejército de Solano López y el avance de las tropas brasileñas son rescatadas por un grupo de soldados brasileros que las llevan hasta que un buque las trae de vuelta a Corrientes.

Llegadas a Corrientes el 5 de noviembre de 1869 se da la famosa peregrinación en silencio de las cuatro sobrevivientes hasta la Iglesia de la Merced, donde recién luego de arrodillarse ante la Virgen y agradecer por su intercesión, abrazan y besan a sus parientes.


El 11 de noviembre de 1869 – una semana después de la vuelta de las damas – en el periódico El Liberal de Corrientes, como relato testimonial de la cautiva Da. Victoria Bart de Ceballos; texto publicado recientemente en la antología que Eduardo Rial Seijo y Miguel González Azcoaga hicieran por el traslado de los restos de las cautivas al santuario en la Iglesia de la Merced.

En este relato en primera persona no se dan las razones de la detención, simplemente nos dice la sra Victoria que tanto ella como su suegro fueron intimadas a prisión. Algunos autores han afirmado que las damas fueron detenidas pues mantenían correspondencia con sus maridos, escondidos en el interior de Corrientes, y que fueron obligadas a develar su posición, y puesto que se negaron, se las mandó al exilio al Paraguay, siendo obligadas a dejar sus hijos.

Desde el año 1940, un monumento recuerda a estas mujeres en la costanera de la ciudad de Corrientes.

Pero nunca se supo realmente el sufrimiento de estas mujeres correntinas...

2 comentarios:

Mayra Ortega Billerbek dijo...

Me fue muy útil tu pequeña infomación gracias

dodido dijo...

hola hermanita, visitamos las mismas paginas jajaj