sábado, 13 de diciembre de 2008

Primera carta a los adefesios de la noventayseis...

Hoy, dia en la cual se conmmemoran 12 largos años de preparación escolar, quiero preguntarles como os sentaís hoy a la mesa? como os coméis las galletitas criollitas? con o sin dulce de leche?

Pero sin pasarnos de las reglas sobre escrituras de Cartas como nos enseñara el prócer Carlos Espinozaurus, con esas clases magistrales que el solo puede brindar...

Fue aquel dia de diciembre de 1996 cuando en un sinfin de risas y algarabias, nos juntamos en el patio juntos todos, eramos los de siempre: Ayer, Tomé, Demas, Seré y Caú, y al compas del sonido de la campana escapamos todos juntos al baño, ya que algunos como Tomé (pariente lejaaaano del martir matu mbogardem) queria convidarnos a todos algo del elixir que el llevaba diariamente para pasar tranquilo la mañana sin sobresaltos y sin temblequeos.

Pero al llegar al baño se prendio de forma desesperada al elixir nuestro amigo Seré (pariente cercano del martir Juanbocasal (de quien luego contare su martirio)) y Seré al grito de la botella es mia, es mia, tomo, tomo y tomo y cuando el gran Caú (obviamente el tio 2do del presbiteriano Carlos Espinozaurus) se dio por enterado que no quedaba nada del elixir, puso el grito en el mismismo cielo y dijo las enciclicas tan recordadas:

Yo soy carlos, martir del vino, yo soy aquel que tomo y convido, pero tambien soy como aquel martir indómito que tomo y vomito.

Y para cerrar la carta a los adefesios de la noventayseis les quiero recordar a los detractores y enemigos autodeclarados nuestros, que si leen esto es porque en el fondo querian pertenecer a nosotros... je

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